Hace un par de meses estaba en una fiesta con el bobby y mientras el estaba en el baño, se me acercó una mujer para preguntarme si necesitaba ayuda y eso me dio esperanzas en la humanidad y en la solidaridad entre mujeres.
Ese día solo me tomé como 3 cheves y aunque me la estaba pasando bien, en mi cabeza solo rondaba la pantalla principal de Netflix y sus mil opciones. Me encontraba sumamente cansada.
Cuando convencí a mi esposo de irnos a arropar agustamente a nuestra cama, me pidió entrar al baño antes, mientras lo esperaba sentada en un sillón empecé a quedarme dormida y para luchar contra el sueño me empecé a tallar los ojos, me recargaba en mis rodillas, en el respaldo, en fin, estaba muy incomoda ya.
Fui ahí cuando se me acercó la muchacha a preguntarme si necesitaba ayuda, le contesté que no y me cuestionó si estaba segura y que si con quien iba, le respondí y me preguntó todo de nuevo. Mi cansancio se confundía con borrachera y un estado vulnerable.
Aunque afortunadamente no he estado en una situación de abuso, se que muchas otra mujeres si y no han tenido la fortuna de toparse con una chica como la que ese día necesitaba asegurarse de que yo estuviera bien y que la persona con la que me iba era realmente de confianza.
La cosa es que todas podemos echarnos la mano, hacer que las noches y la fiesta sean un poco más seguras para nosotras, que quien quiera aprovecharse de otra mujer por su estado etílico, la piense dos veces porque sabe que habrá otra más consiente que podrá ayudarla.
Hagámonos más fuertes, a crear una mejor sociedad para nosotras, una mujer a la vez.