Cuando vi que la lectura ganadora para el mes de agosto en el grupo “Un libro al mes” era el libro de cuentos Azul de Rubén Darío, me puse bien contenta porque ya teníamos una racha muy filosófica y necesitaba algo más tranquilo y corto para poder dedicarle tiempo a otros textos que tengo pendientes desde hace mucho. No contaba con que mi ignorancia me tenía una mala jugada.
Este libro del nicaragüense es corto, 120 páginas y aunque es conocido por sus cuentos, al final hay un par de poemas… ¡odio los poemas!, y creo que para poder disfrutar todas las historias uno necesita tener gusto por ellos, como que la lectura agarra un ritmo muy peculiar. Este detalle hizo que terminar el libro se convirtiera en una tortura, por más poquitas páginas que sean, pasar de un párrafo a otro me tomaba mucho tiempo.
Azúl de Rubén Darío fue publicado en 1887, es un libro trágico, hay mucha muerte, traición y decepciones. No conecté con los personajes, que eran en su mayoría reyes, reinas, seres mitológicos y hadas, me desconcentraba y tenía que releer lo mismo como 4 veces, y aún así no retuve mucha información sobre las historias. Esas 120 páginas se convirtieron como en 500.
Hubo un momento en el que sentía que el libro había sido escrito por más de un autor, porque hay 2 historias más realistas, sin seres fantástico y que son las que pude disfrutar completamente, sin regresarme.
La verdad es que no puedo decir más sobre el libro porque evidentemente no lo disfruté, aunque mi ignorancia puede ser la culpable de ello. Esto no quiere decir que no lo recomiendo, es un clásico y de gran importancia para la literatura latinoamericana, solo reconozco que no conectó conmigo, pero si te gusta la poesía, disfrutas de personajes aristocráticos, fantasiosos y la tragedia, si puede ser un libro para ti.