El domingo conseguí entradas para la proyección del documental Herman’s House en Alcatraz y el boleto incluía el barco, excelente oportunidad para visitar la isla por primera vez.
La película fue sobre Herman Joshua, un prisionero que tiene 40 años en confinamiento solitario, la casa de sus sueños y Jackie Sumell, una artista que intenta construirla, aunque al principio esa no era la intención.
Jackie inició el proyecto con la incógnita de como sería la casa ideal de alguien que vive en un cuarto de casi, caaaaasi, 2 por 3 metros. El proyecto evolucionó a una exposición que se ha presentado en 5 países diferentes, con datos sobre Herman, una réplica del espacio en el que vive, planos detallados de la casa creada en la mente del prisionero e información sobre el confinamiento solitario.
Al principio sentía muy feo imaginarme a alguien encerrado en un minicuartito, solo, describiendo la casa de sus sueños, la cama, el jardín, las ventanas; luego intenté convencerme de que para alguien en esa situación cualquier pretexto para mantener la cabeza ocupada es bienvenido.
Después de ver la película nos dejaron andar un rato por las celdas, solo por afuerita, también ofrecieron una sesión de preguntas y respuestas con el director y guionista Angad Bhalla y otra mujer que no recuerdo el nombre y no tiene nada que ver con la película, pero conoce bien el tema del confinamiento solitario en California.
No hay muchas normas ni regulaciones sobre quién, por qué y cuánto tiempo la gente es obligada a estar en confinamiento solitario, pueden ser semanas pueden ser años, y aunque es un castigo por su mal comportamiento, las condiciones son de verdad inhumanas: poca comida, lugares muy fríos con escasa ropa para cubrirse…
Solo en E.U.A hay cerca de 80,000 personas en esta situación, y por el limitado acceso de los medios de comunicación y la obvia carencia de contacto con el exterior de las víctimas, hay pocas maneras para ejercer presión y cambiar un poco las condiciones. Además de perder la libertad, parece que estas personas también perdieron sus derechos humanos.