Yo quería darle otras 3 vueltas a la isla, pero el bobby andaba con un humor de café y lectura; si estaba cansada, pero quería aprovechar las últimas horas en la isla.Después de hablarlo un poco y de plano ver que ya era mucho el cansancio como para manejar tanto, nos metimos a una cafetería a llenarnos de cafeína y leer. No recuerdo cuanto estuvimos ahí, solo se que cambié de nalga de apoyo unas 5 veces.
Del café al hotel. Yo me fui a la alberca, nadé, floté, me dormí un ratito, leí otro tanto, hasta que me llegó el atardecer, lo disfruté y luego me regresé al cuarto. Mientras yo hacía todo esto, el bobby seguía clavado con El señor de los anillos en el hotel. Ok, esa frase se puede malinterpretar, pero así pasó.
El resto de la noche me dediqué a acomodar las mochilas y deprimirme por el regreso.