Algunas pocas serán las afortunadas de no tener canas a los 33 años, pero yo no soy una de ellas y por mucho tiempo tuve el conflicto de cubrirlas o no.
Lo hice un par de veces, cuidando escoger un tinte muy cercano a mi color natural para no traer raíces en todo mi cabello, solo en la sección canosa. Esto fue cuando tenía el pelo largo, pero ahora que lo tengo corto y con un corte menos usual, ya no siento la necesidad de hacerlo.
La verdad nunca me sentí super mal por tener canas, solo un par de veces creí que se veían feas, pero la mayor parte del tiempo las quería pintar porque era lo lógico, lo que todas las mujeres hacen cuando empiezan a tener esta particularidad relacionada a la vejez. Pero no más, he liberado mi mente de ese sentimiento 🙂
Creo que el haber empezado a maquillarme más y traer el cabello corto, con una parte rapada, me hace quitarle importancia a las canas, como si con esas dos cosas más “juveniles” compensara tener el cabello de “viejita”. Mis amigas las siguen notando, pero a mi me sigue valiendo.
Si estás en el conflicto de tapar o no tus canas porque no te gusta pintarte el cabello o simplemente no te incomodan tanto, pues no lo hagas, no tenemos que caer en toda tendencia de vanidad que exista. Muy padre por las artistas y gente que tienen mucho dinero para pagar por tintes profesionales todo el tiempo o que realmente disfrutan el proceso de colorear su cabello, pero si no es tu caso, no creo que debas de forzarte solo por cumplir con ese “requisito”, que al menos para mi, es una tortura.
Mejor busca un cambio con el que te sientas cómoda y deja de ser esclava del tinte, a mi me hace más feliz, aunque se me vean las canas.