hacer ejercicio… aprender a bailar… solo eso pensaba al ver a las mujeres bailar sexy y eróticamente en mi primera visita a un table dance.
Emocionada como si fuera a algún evento especial de corta temporada, después de mucho tiempo por fin pude satisfacer mi curiosidad, de como jolines eran esos lugares, ¿como en la tele? ¿deprimentes? ¿contagiosos?
Ví desfilar una gran variedad de cuerpos, algunos lucían más sin ropa y otros era mejor ponérsela de vuelta, pero bueno, es solo la opinión de una mujer heterosexual ardida.
El baile no fue memorable, solo el de una que además de recordar su cabello laboriosamente miniondulado me hizo inclinarme hacia adelante y apretar el estomago como si desde mi asiento pudiera enviarle fuerzas para mantener el equilibrio y bajar de cabeza lentamente por ese tubo previamente limpiado con una servilleta, porque aquí no es bueno que resbale, al menos no tanto.
Para ir al baño, tuve que cumplir el sueño de muchos hombres, atravesar el camerino, donde unas se pintaban, otras veían sus senos frente al espejo y jugaban con ellos como pensando en alguna operación que levante aquello.
Mujeres semidesnudas y hombres conviviendo en perfecta armonía, ganas retraídas, costumbre, quien sabe cual será la razón, pero imaginé muchas historias alrededor de la gente que ahí trabaja, que los visita, todo sin saber que la mas inesperada seria la mía.
Emocionada como si fuera a algún evento especial de corta temporada, después de mucho tiempo por fin pude satisfacer mi curiosidad, de como jolines eran esos lugares, ¿como en la tele? ¿deprimentes? ¿contagiosos?
Ví desfilar una gran variedad de cuerpos, algunos lucían más sin ropa y otros era mejor ponérsela de vuelta, pero bueno, es solo la opinión de una mujer heterosexual ardida.
El baile no fue memorable, solo el de una que además de recordar su cabello laboriosamente miniondulado me hizo inclinarme hacia adelante y apretar el estomago como si desde mi asiento pudiera enviarle fuerzas para mantener el equilibrio y bajar de cabeza lentamente por ese tubo previamente limpiado con una servilleta, porque aquí no es bueno que resbale, al menos no tanto.
Para ir al baño, tuve que cumplir el sueño de muchos hombres, atravesar el camerino, donde unas se pintaban, otras veían sus senos frente al espejo y jugaban con ellos como pensando en alguna operación que levante aquello.
Mujeres semidesnudas y hombres conviviendo en perfecta armonía, ganas retraídas, costumbre, quien sabe cual será la razón, pero imaginé muchas historias alrededor de la gente que ahí trabaja, que los visita, todo sin saber que la mas inesperada seria la mía.
De cualquier manera las mujeres heterosexuales ardidas tienen buenos blogs con buenos post.
Hola Clarisita!!!
Que super buena eres para redactar ee…Felicidades…la verdad me tienes muy pero muy emocionada con tus lecturas.
Por otra parte has lo que hizo el Arturito…mueve tus palancas alguien debes de conocer por ahi, no falta el conocido :P… jajajaja..
Que estes bien…
SALUDOS A TODOS!!!