Resumen de septiembre en fotografías.
Después de leer Matar a un Ruiseñor corría buscar la biografía de su autora porque necesitaba saber más de quien escribió una historia que involucra a una niña de 6-8 años muy sazona, rebelde y con un padre que no la quiere cambiar a pesar de la presión social.
Tengo tantas ganas de tatuarme esa frase, porque siempre me detienen el no poder hacer las cosas perfectamente y necesito recordatorios constantes de que algo hecho es mejor que perfecto pero solo en idea.
Las imágenes más famosas de la fotoperiodista Eve Arnold se balancean entre retratos de Marilyn Monroe y escenas del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos; esa polaridad temática me tiene bien encantada.
Siempre he vivido mi vida laboral entre dos mundos de la comunicación, el de la fotografía y en el de la creación de contenido, sobre todo como Community Manager. Y no creo que nunca pueda decidirme por alguno de los dos.
Hace como dos meses estaba dando mi visita reglamentaria al departamento de maquillaje en el super cuando noté que la Marca Covergirl se veía completamente diferente. Hicieron un rediseño de imagen, hasta de eslogan y el mensaje que recibí con este cambio fue completamente diferente al que enviaban con sus anuncios pasados.
Hace poco leí que es necesario fortalecer la disciplina porque no siempre habrá motivación o ganas y creo que de eso se trata Blogtober, un ejercicio para los que tenemos un blog y buscamos pretextos para escribir más aunque no tengamos ganas o sepamos sobre qué.
Cuando vi que la lectura ganadora para el mes de agosto en el grupo “Un libro al mes” era el libro de cuentos Azul de Rubén Darío, me puse bien contenta porque ya teníamos una racha muy filosófica y necesitaba algo más tranquilo y corto para poder dedicarle tiempo a otros textos que tengo pendientes desde hace mucho. No contaba con que mi ignorancia me tenía una mala jugada.
Con la reseña de Brow Artist Xpert de L’oréal, empiezo mi búsqueda por el lápiz de ceja perfecto que esté a la venta en supermercados de México o lugares accesibles como farmacias y en ventas por catálogo. Si también quieres encontrar ese delineador que dejará el marco de tu cara impecable, o saber a cuáles sacarles la vuelta, sígueme leyendo.
El tema de las bibliotecas en México es un medio opaco, si las hay, pero pocas y la verdad no invitan a visitarlas o pasar mucho tiempo ahí (la mayoría), asistir a una de ellas es como dar un viaje al pasado y no de los chilos. Pero un día andando por internet me llevé con la maravillosa sorpresa de que la Dirección General de Biblioteca de la Secretaría de Cultura cuenta con DigitaLee ¡una aplicación de préstamos de libros digitales! ¿Qué tan primermundistas se sienten ahora?